Son muy difíciles de ver a simple vista, quedando reducidos a nuestros ojos a minúsculos puntos de color rojo, a no ser que se encuentren en un número realmente grande ya que es entonces cuando podremos ver mantas de estos insectos y considerables formaciones de telarañas. Son muy peligrosas para la planta debido a que se alimentan de los contenidos celulares, devorando célula por célula dejando una débil y pálida mancha que contrasta con el verde de alrededor.